domingo, 4 de diciembre de 2011

Cosas que pasan (XIV): Regeneración


Quiero decirlo alto y claro. No me rindo. La gente a la que iba principalmente dirigido mi post anterior ha pasado bastante pero no me queda otra que seguir adelante. Si quiero un futuro mejor para la gente que quiero hace falta que alguien haga algo. Y si ese alguien tengo que ser yo pues qué remedio. Me gustaría que la gente estuviese preocupada por el conjunto y no sólo por su caso particular. Pero es lo que hay. Las amenazas del Hombre del saco ya no se centran en una patria o colectivo. Amenazan con nombre y apellidos a cada individuo independientemente de su condición. Y ellos mismos financian a los profetas del apocalipsis que nos venden que tenemos que aceptarlo.

Sin embargo es posible hacer las cosas diferentes. Simplemente es plantearse nuevos modelos y no tener miedo a hacer las cosas bien. Y no me lo planteo yo, un don Nadie. Se lo plantea más gente (otros don Nadies). Y hay propuestas interesantes como la de la economía del bien común. Sus detractores afirman que se trata de imponer buenos sentimientos e intenciones, "como los nazis". El sistema capitalista actual ha impuesto, de forma velada, que para triunfar has de hacer algo mal. Precisamente todo lo contrario. Sin embargo la visión capitalista del mundo no es mala, porque "cualquiera" puede ser rico. 

El problema no es que sea dudoso que cualquiera pueda ser rico, sino el hecho de que ser rico sea un fin para escapar de la REALIDAD. Porque al igual que en la Edad Media, nuestra sociedad estamental, está fragmentando la realidad. La diferencia es que ahora la visión que se impone es la de los ricos -consume lo último en tecnología, come sano, vive bien- y la realidad de la mayoría queda reducida a comentarios merginales. Es la total pérdida de la conciencia de clase que nos convierte en esclavos. No en planteamientos marxistas, sino de sentido común. No somos ricos, no pasa nada. Ahora tenemos que ver qué hacemos.

La teoría de la economía del bien común es un punto de partida para cambiar los esquemas. También hay expertos que se plantean si es posible un capitalismo de rostro humano. Sin embargo la única conclusión es que el sistema no funciona. Asistimos dentro de poco a otro cumbre de doctores Frankestein que intentan resucitar un cadáver más caro de la historia. El problema de los bomberos que deben apagar este fuego es que no corren ningún riesgo de quemarse. Banqueros, políticos, inversores y demás antagonistas que nos han traído hasta aquí no corren ningún peligro. No hay autoridad por encima de ellos que los juzgue, al menos en esta vida. Sin embargo nosotros pagaremos el precio y cumpliremos la condena. Muchos la llevan cumpliendo años.

La imposición de la visión de la minoría que tienen más que la gran mayoría es que se crean paradojas.  Por ejemplo el hecho de que cualquier iniciativa que reduzca los privilegios económicos a los más ricos choca frontalmente con la oposición de los que tienen menos. Por dos motivos principalmente. El primero, que todos pensamos que la lotería nos puede tocar algún día y por lo tanto estaremos en "el otro bando". Y la otra porque todos somos capaces de pensar como un rico aunque sea imposible para la mayoría de nosotros llegar a serlo. Sin embargo nos aterroriza y nos mostramos incapaces de comprender la pobreza. Y por ese miedo a acabar como el vecino, y muchas veces compañero, somos capaces de aceptar los mayores sacrificios.

Yo propongo cambiar las cosas. Cambiarlas desde abajo. Aprender a mirar con la mirada que nos corresponde y desde ahí buscar soluciones. No puedo hacerlo sólo. Os necesito y os necesitáis. Siento ser tan localista, pero creo que hay que empezar desde lo más cercano. No cierro la iniciativa a nadie, sólo quiero personas que tengan una mirada personal de la realidad y quiera cambiarla. Con interés por la actualidad, por el pasado y por el presente. Dar un paso más allá que las asambleas del 15M y proponer un cambio desde dentro de las instituciones. Iré haciendo propuestas para el debate, sino aquí en el Politikón.

Acabaremos con el Hombre del saco.

Salud & aventura.



5 comentarios:

antiheroína dijo...

Cuenta conmigo antihéroe para lo que quieras. Yo te voy a apoyar y a ayudar en lo que quieras y pueda. Si quieres, puedes cambiar.Te animo a hacerlo, necesitamos más gente como tú.
Espero tus propuestas en próximos posts.
Lucha, ánimo y levántate cada día con una sonrisa y pensando que puedes hacerlo y verás como lo conseguirás.

Senior dijo...

Tal vez, tendríamos que asumir el riesgo de que nos roben, pero podríamos cobrar en metálico si nos quiere cobrar el banco por tener la nómina(obligatorio) y no tener un saldo estable(imposible)durante un mes... no se si se puede, pero me enteraré.
Es una acción, tal vez no se pueda, o negocie el banco si ve que se levanta una liebre, pero habrá mas, somos muchos.
Animo, la lluvia, las inundaciones, empiezan por una gota.

Uno que pasa dijo...

¿Donde hay que firmar?

izanik dijo...

En primer lugar, Antihéroe, me gustaría agradecerte tus ganas de debate y tu insistencia. Es necesaria. Si cada vez tengo algo más claro, es que nadie nos va a proporcionar un futuro mejor. Lo tenemos que construir nosotros. Sin embargo, no estoy de acuerdo con algunas cosas que dices, y tampoco entiendo otras.

En el anterior post proponías que nos afiliásemos en masa al PSOE de Navarra para lanzar el cambio. No creo que el PSOE admitiera un verdadero cambio ideológico en sus filas. Ni en Navarra ni en España. Tampoco entiendo qué tienen que ver las ideas que promulgas con el ideario del PSOE. Deduzco que intentas utilizarlo como un simple medio, pero no me parece una buena idea. Como digo, porque es irrealizable (el partido lo impediría), y segundo, en este país está muy arraigada la relación ideología-partido, hasta el punto en el que los votantes no votan un programa, sino unas ideas abstractas que supuestamente defiende el partido. En todo caso, lo más razonable me parecería formar un nuevo partido político. Pero cuidado. ¿Es el camino a seguir? EQUO es un ejemplo de fracaso absoluto en este sentido.

Por otro lado, no entiendo porqué no mencionas en ningún momento las iniciativas sociales tan potentes que se han estado manifestando últimamente. Por supuesto, hablo del 15M. ¿Porqué las ignoras? Está claro que hay ganas de luchar, de cambiar. En Pamplona, sin ir más lejos, el grupo del 15M ha estado recogiendo firmas para que las iniciativas legislativas populares sean vinculantes. Es un ejemplo de acción directa. Este tipo de cosas ya se están haciendo. ¿Porqué ignorarlas? ¿Porqué no escuchar sus impresiones, sus propuestas? ¿Porqué no mejorarlas?

Creo que es un error “pedir el voto” a estas alturas. Por lo menos, desde el principio. Antes hay que pedir reflexionar y salir a la calle. Generar un movimiento social. Hay que pedir unirse, trabajar. Pero vaya, eso algunos ya lo están haciendo... Sólo faltan los que no lo hacemos.

Me parece bien que vayas publicando propuestas en los blogs. Estaré atento.

Un abrazo

El antihéroe dijo...

Izanik.

Creo firmemente que para cambiar el sistema hay dos vías. Desde dentro y desde fuera. El 15M es un movimiento de concienciación y reflexión que pretende estar fuera del sistema, pero no propone nada factible desde fuera. No hay ningún tipo de organización o estructura como buen movimiento asambleario. Decidir en asamblea sirve en unos casos, en otros no.

Yo quiero cambiar el sistema desde dentro. Es mucho más difícil, porque supone hacer posibles las propuestas externas al sistema. El cambio es necesario y el secreto está en cómo llevarlo a cabo. Tú lo sabes bien, yo pienso mucho. Da igual aquí o en la calle.

Un tío me dijo una vez que Anguita había dicho: "Primero igualdad, luego progreso". Cada día lo veo más claro. Si quiero acabar con la política de partidos no voy a hacer uno nuevo, quiero desmontar desde dentro los que ya existen para dar lugar a algo nuevo.

No pienso en terminos de izquierda o derecha, pienso en personas. Las siglas del PSN son las más denostadas en Navarra, pero también representan un partido muy a la derecha para la izquierda y a la izquierda para la derecha. Creo que es el momento de devolver a la palabra "socialista" a su raís, la sociedad.

Estoy seguro que con compromiso, sacrificio y esfuerzo puedo fracasar, pero no es una opción. Confío en que pueda contar contigo, aunque sea para la crítica constructiva y para poder recoger buenas propuestas que no se aprezcan a nada. El mundo cambia, también nuestra mentalidad.

Gracias por leerme, gracias por comentar.