Sin embargo no faltan los detractores del sistema. En concreto un puñado de radicales que no tienen ningún fundamento. Los antisistema no son más que rabiosos alimentadores del mismo. Sus acciones, su filosofía y su existencia sólo refuerzan su opuesto, la necesidad de un sistema en el que protegerse de ellos. Luego están los alarmistas de turno, ecologistas y defensores de los derechos humanos. La naturaleza se transformará, pero lo que es seguro es que sobrevivirá a los humanos. Y los derechos humanos son sólo papel mojado en el vasto mundo de la economía mundial. Su necesidad va desapareciendo conforme se van llenando los bolsillos de dólares.
Un ejemplo muy clarificador de que el mundo va bien es la política nacional. ¿Alguien se acuerda de la plataforma "Estosololoarreglamosentretodos"? Montó bastante revuelo, salían caras famosas -también "intelectuales"- y estaba organizada por la Fundación Confianza -Banco Santander, Movistar- y las Cámaras de Comercio. Un efectista brindis al sol para decir a la ciudadanía "ganamos nosotros, pagamos todos", que contó con cierto apoyo. En Facebook, sin ir más lejos, cuenta con un centenar de personas que está atenta a las cosas que va publicando. Un centenar de más de 98.000 amigos que tiene la página. ¿Ha fracasado la iniciativa?
Es más, ¿dónde están los intelectuales y el famoseo ahora? Después de la chorrada de la ceja y esta campaña, yo no he visto más que claudicaciones y pesimismo, los que se atreven a hablar entre el ruido mediático de la derecha radical. Ni siquiera los sindicatos, que acogen los últimos vestigios de la ciudadanía más activa, han sabido dar una respuesta que no sea una huelga a medio gas. A medio gas porque su permanencia en los medios ha sido equiparable al rescate de los mineros chilenos o la rotura de la balsa de Hungría. Luego, nunca más se supo. Y los 100 economistas estos, aquí una explicación sobre sus intenciones y objetivos.
Si todo va tan mal... ¿por qué nadie se queja? ¿Por qué los que se quejan no proponen soluciones? Pues sencillamente porque todo va bien. ¿Para qué voy a salir a la calle, como hice contra la guerra de Irak, si total, el PIB mundial no se ve afectado por la muerte de miles y miles de civiles? De hecho no debió ser tan malo. Irak ahora es una democracia, impuesta, pero democracia. Incapaz de funcionar porque no tiene las bases democráticas necesarias -cultura, educación, soberanía efectiva-, pero es democracia. Y lo más importante, el petróleo fluye y llevará a las casas iraquíes, en unos años, televisores de LED y parabólicas más grandes.
El sistema funciona, pese a todo. El presidente Rodríguez hoy ha sido abucheado e increpado mientras el rey Borbón hacía una ofrenda a los soldados caídos en acto de servicio. Todo dentro de la "normalidad democrática". Porque tanto los que vocean como los que son voceados van en un mismo barco hacia el prodigioso futuro que nos ofrece la hegemonía capitalisa. Sólo hay una receta y es alimentar el sistema. Desde fuera o desde dentro. Si no, pregúntese, ¿qué hace tan tranquilo leyendo ésto mientras tiene la sensación de que ahí fuera las calles están ardiendo? Porque tiene la tranquilidad de que todo va bien.
Esto nos da una idea de la política de estos tiempos. ¿Para qué vas a arriesgarte a tomar medidas impopulares si total, va a dar igual? La política local se basa en hacer lo que la gente pida, aunque sea completamente inútil. En Navarra han hecho un campus de la universida pública en Tudela, que se encuentra a menos de una hora de Pamplona. Es completamente innecesario, porque la dinámica sería entonces hacer universidades en cada pequeña ciudad. De hecho, en España hay 50 universidades públicas con sus becarios, profesores, investigadores y alumnos, algunas veces, insuficientes. ¿Se negó alguien al capricho del campus tudelano? Teniendo en cuenta que lleva unos añitos funcionando, no con la suficiente vehemencia.
¿Se tira el dinero de los contribuyentes? Cualquier político local diría "sí, pero es que sino, nos nos votan". Las farolas más grandes, el carril bici más largo -aunque de carril bici sólo tenga el nombre-, el colegio público con el spa más grande, las rotondas más llamativas... Eso es lo que acabamos pidiendo. Donde había tres carriles y sitio para aparcar, reclamamos una mediana ajardinada con árboles, que "queda bonito", aunque no se pueda aparcar y los autobuses te hagan jurar arameo. Los profesores estarán mal pagados y los niños la romperán en seguida, pero la pizarra de mis nenes que sea electrónica. Y si no lo haces, ya le votaré a otro que lo acabará haciendo. Aunque tenga que trincar menos.
Porque si la conclusión es que la Mano Invisible, garante del libre comercio, va a solucionar todos nuestros problemas, no hace falta nadie que los solucione. Antes pensaba que la sociedad se había quedado insensible. No, simplemente ha contemplado que tras Auschwitz, tras la Guerra Fría, tras el 11S, tras el terrorismo y la corrupción, tras la muerte diaria de miles de pobres -¡cada vez menos!-, tras el olvido de los valores y la ausencia de emociones... no pasó nada.
Durante mucho tiempo hemos vivido ante el miedo cataclísmico de la próxima incursión depredadora, invasión bárbara, el próximo golpe de estado o la próxima guerra que acabe con el mundo conocido... que se limita al nuestro. Sin embargo el mundo no se para por nadie, el mercado corre desbocado y el que se pare a llorar a sus muertos queda fuera del juego. Y llegará un momento en el que corramos ciegamente hacia el final del precipicio, igual que salimos de él.
El otro día en un documental de La2 salía un japonés hablando en términos pesimistas de mundo. Nada excepcional si no fuera por una analogía de lo más interesante: las bacterias en una Placa de Petri crecerán exponencialmente hasta que agoten los recursos, en ese punto su población se enfrentará a un punto de no retorno. Sólo una generación antes del quiebre, las bacterias habrán usado la mitad de los recursos disponibles. Para las bacterias, no habrá ningún problema directo hasta que mueran por inanición.
Hasta entonces la Placa de Petri o probeta habrá ido muy bien. Tanto es así que las bacterias crecerán como nunca. El japonés estimaba que si el tiempo completo hasta agotar los recursos era de un minuto, los últimos segundos eran cruciales porque se podía pasar del todo a la nada sin darnos cuenta. No, no somos bacterias. Pero los que creemos en un mundo finito y queremos dejar algo a los que vienen detrás, no nos basta con la palabra "crecimiento".
El mundo va mejor que antes, pero la sociedad civil se parece cada vez más a un rebaño. Y sus líderes, lamentablemente, también. Deberíamos examinar nuestras conciencias y ver qué somos capaces de hacer. No sólo reciclar, sonreír al panadero y donar 10 euros a Cruz Roja. Qué podemos hacer para cambiar las cosas. Eso supone situarse con los herejes que no creen que la solución a todo esté en el crecimiento económico. Eso supone, quizá, sacrificar algunos beneficios. ¿Pero ya somos conscientes del precio de la factura del gran banquete que nos ponen en la mesa?
Mientras seamos rehenes del bienestar seguiremos sintiendo que algo va mal. Como decía el grupo de música Escuela de Odio, cuando los mudos griten los sordos sentirán el miedo. Creo que está claro quienes son los mudos y quienes los sordos. Podremos vivir a todo trapo nuestra vida, sin problemas. Pero yo al menos me sentiré vacío. Y tengo la certeza de que nuestros políticos no van a hacer nada efectivo por nosotros... si no se lo pedimos suficientemente fuerte.
Quijote de mariano7724
Salud & aventura.
4 comentarios:
Y dime tú una forma efectiva de pedir lo suficientemente alto para que se den cuenta.
Buen resumen. Me hace mucha gracia que la economía funcione bien sólo cuando se consume más. Esto es, si no se venden más coches que el año pasado, es una catástrofe. Hay que renovar el coche cada 5 años, necesitamos ayudas del gobierno. Todos los años tenemos que estrenar móvil. Después, será cada mes, ¿no? Si no, el consumo cae y la crisis nos destruye. Es un planteamiento infantil y avaro. Y nuestro país es un buen modelo de ello (mirad lo que ha pasado con el ladrillo...). Somos egoístas y codiciosos como nadie. Así nos va.
Salud.
La verdad es que me quedo sin palabras y casi sin ideas... soy culpable por omisión, ¿qué hice por evitar esto?... fui una gotita en el mar,..."aunque se lo dijera un muerto, no le creerían" le dijeron a Epulón... esta vez me encuentro cansado, la bici si se para se cae...¿o no?... queda por descubrir que si se para, se sujeta con cuatro puntos de apoyo, tres como mínimo, y se puede disfrutar mejor del paisaje, ¡ay! como lo descubran... y se paren y disfruten.
Miedo. La palabra es miedo. La sociedad se mueve siempre por el miedo; por el que nos hacen sentir. Unos y otros. Todos.
Tenemos miedo de nuestro pasado.
Tenemos miedo de nuestro presente.
Tenemos miedo de nuestro futuro.
El arte es nuestro refugio. Sino un buen coche comprado a plazos.
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