Tras seis años de carrera por fin todo ha terminado. Sólo quedan los exámenes finales, pero oye, que me quiten lo bailado. Lo peor ha pasado.
La Universidad de Navarra ha sido mi prisión y mi maestra. Mi prisión en cuanto al calvario, que por causas personales, supuso mi licenciatura de filosofía. Maestra por lo que, en los dos últimos años, he aprendido. Me considero más comunicador que filósofo. Más humano que cualquier otra cosa.
Si algo he aprendido es a tener cuidado con los prejuicios, teniendo en cuenta que todo depende de nuestro punto de vista. El grande Carlos Mugiro me lo enseñó en una optativa que debería ser obligatoria para todo aquel que quiera saber que hay más allá de las evidencias. Perderse en la mirada de un niño puede ser la sensación más gratificante.
A lo largo de los años he renegado de sentimentalismo y he cargado, de forma ciega y vehemente en ocasiones, contra todo y todos. Cambiaría muchas cosas, pero existen maestros que, simplemente en bondad, aleccionan sobre la vida.
He estado absorvido por el Jacinton Post, esa web "marginal" a la que auguro, por extraño que parezca, un gran futuro. Pieza marginal o no, me siento orgulloso de haberla llevado a cabo junto a mis compañeros.
Seis años, seis malditos años que parecen llegar a su fin. Llevo en las alforjas personas y algunos conocimientos. Pero sobre todo personas, que si saben un poco lo poco que me van las mariconadas, sabrán quien son.
Gracias a todos. Etapas que terminan y tiempo que se van. Nostalgia y melancolía. Ahora a ver si todo acaba con bien.
La Universidad de Navarra ha sido mi prisión y mi maestra. Mi prisión en cuanto al calvario, que por causas personales, supuso mi licenciatura de filosofía. Maestra por lo que, en los dos últimos años, he aprendido. Me considero más comunicador que filósofo. Más humano que cualquier otra cosa.
Si algo he aprendido es a tener cuidado con los prejuicios, teniendo en cuenta que todo depende de nuestro punto de vista. El grande Carlos Mugiro me lo enseñó en una optativa que debería ser obligatoria para todo aquel que quiera saber que hay más allá de las evidencias. Perderse en la mirada de un niño puede ser la sensación más gratificante.
A lo largo de los años he renegado de sentimentalismo y he cargado, de forma ciega y vehemente en ocasiones, contra todo y todos. Cambiaría muchas cosas, pero existen maestros que, simplemente en bondad, aleccionan sobre la vida.
He estado absorvido por el Jacinton Post, esa web "marginal" a la que auguro, por extraño que parezca, un gran futuro. Pieza marginal o no, me siento orgulloso de haberla llevado a cabo junto a mis compañeros.
Seis años, seis malditos años que parecen llegar a su fin. Llevo en las alforjas personas y algunos conocimientos. Pero sobre todo personas, que si saben un poco lo poco que me van las mariconadas, sabrán quien son.
Gracias a todos. Etapas que terminan y tiempo que se van. Nostalgia y melancolía. Ahora a ver si todo acaba con bien.
5 comentarios:
Bien termina lo que ... sábe Dios cómo empieza ... The end.
¡Adios!...¡Bienvenido!...
Así me gusta, que aparte de perder el tiempo editando entradas en tus blogs o haciendo comentarios en los de otros blogueros descerebrados seas también un hombre de provecho. Felicidades.
Grande, señor Méndez. Muy grande. Un abrazo.
Ten en cuenta que en 6 años has hecho más del doble de créditos que yo hice en cuatro y mucha gente en cinco, o seis, o siete...depende. Es normal que hayas acabado cansado. Espero que ahora el trabajo sea mucho más relajado que estar estudiando tanto.
SUERTE!
Más bien has acabado la etapa de aprendizaje más intensa. Ahora te toca empezar otra. Más tranquila pero en la que nunca dejarás de seguir estudiando.
Un saludo y suerte.
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