martes, 27 de enero de 2009

¿Qué hay de lo mío?

Zapatero en un mitin de la anterior campaña. Público.
De aquí a algunos años he reflexionado mucho sobre la vicisitúdica naturaleza de Españaza. Algo me dice que la política es tan sencilla como hacer todo lo posible por el bien de tus conciudadanos. O tus vecinos. Aunque también es cierto que debe existir algo llamado "consenso" acerca de que es "lo mejor". Si yo creo que es mejor que los comedores escolares pongan plátanos de canarias de postre, alguien me dirá que es mejor la naranja valenciana. El consenso consiste en combinar, si es posible, ambos conceptos para generar un bien mejor. Un día plátano, otro naranja. Y así, tenemos cubiertas nuestras necesidades de vitamina C y de potasio. Ahí es nada.
Esa necesidad de consenso y cercanía, en términos paisanos, se llama patriotismo. Una especie de orgullo de pertenecer a una nación. Es lo que en los franceses llamamos chovinismo. En España eso sólo sucede cuando se gana en los deportes, ya que el resto del tiempo ese orgullo desaparece. Cada uno tiene una nación, una bandera y una forma de hacer las cosas. Y no, no lo digo por los nacionalismos periféricos solamente. Los jóvenes de flequillo y banderas con aguilucho son igual de antiespañoles que los demás. Gracias a Paquito Franco y a la transición -¿a dónde?- España es una idea multicultural, plurinacional y eminentemente caínita. Algo que se puede resumir en: ¿Qué hay de lo mío?
Ayer, en la omnipresente televisión, pudimos presenciar el encuentro del representante del pueblo, Jose Luís Rodríguez, con la representación del pueblo, los 100 entrevistadores. Este encuentro tan paradigmático resultó tan estéril como la superficie lunar. Según la tendencia ideológica o sectaria, unos tiran hacia un lado y otros hacia otro. El resumen es que en una situación de crisis económica y de valores internacional, con un atisbo de cambio en el país más influyente del mundo -USA- y el cambio climático empezando a enseñar los dientes lo que le preocupa al ciudadano es lo siguiente: ¿Qué hay de lo mío?
Lo que más me duele es la perenne admiración que sentimos por el "topicazo" y por lo políticamente correcto. En ocasiones parece que si se dicen ciertas cosas estamos destruyendo el ecosistema cívico en el que vivimos. Yo me dispongo ahora a prenderle fuego y tirarlo por un barranco, pues. Bienvenidos.
Zapatero estuvo mal. Estuvo nervioso, demasiado centrado en su discurso como para poder contestar realmente a las preguntas. Cual Leónidas, rey de Esparta, Rodríguez decidió presentarse en una inferioridad numérica apabullante para recibir de todos lados. Unos le exigían un calendario efectivo para que haya aborto y eutanasia libre, mientras un sacerdote le preguntaba si un feto era una persona. Nuestro presidente es del barça, ¿y? ¿Qué querían que les contestara? Zapatero se refirió a lo que dice la constitución y el tribunal constitucional. Creo que fue un acierto su respuesta, pero todos nos dimos cuenta de la imposibilidad de satisfacer a las dos personas. Dos Españas.
Lo cierto y verdad, que dice Iker Jiménez, es que el formato resultó repetitivo. Después de que aquel entrañable señor preguntara en la anterior edición cuánto valía un café y todos los medios le encumbraran en el Olimpo de los "ocurrentes", ayer vivimos un capítulo de estupidez cuestionaria. La gente no buscaba satisfacer sus necesidades, buscaban LA PREGUNTA. "Yo no tengo una pregunta, pero como parada, espero que usted tenga una respuesta", "¿Por qué se nos pide consumir productos españoles y usted y el Gobierno usan Audis y Mercedes?", "¿Por qué un pacifista permite que su país venda arma a países que no cumplen con los derechos humanos", "¿Cuándo acabará la crisis?", ¿Se levantará ahora frente la bandera americana, ya que son tan amiguitos?" y tal y tal y tal. Estimados conciudadanos, yo os puedo contestar y no soy presidente del Gobierno. ¿De verdad queríais respuestas?
El minuto más visto fue para Izaskun, una chica morena que trabaja de dependienta. También tiene síndrome de Down. En una sociedad sana el hecho de su discapacidad pasaría desapercibida, pero aquí no. Esta chica preguntó por qué no se veía gente con discapacidades por el Congreso, ya que tendrían que cumplirse unas cuotas y ella no lo veía así. Su pregunta fue de las pocas con una respuesta factible, pero lo estropeó pidiendo trabajo. Sobre todo teniendo ya otro. Pero ella también quería sus 5 minutos de fama, y el que piense que no porque tiene síndrome de Down está en su derecho. A mi me pareció chabacano.
Pero bueno, Izaskun no fue la única en busca de fama. El que preguntó por las armas que vendemos a Israel también lleva bastante boletos para adjudicarse la autoría de LA PREGUNTA. La respuesta es obvia: es una industria que genera puestos de trabajo y aporta un porcentaje a los beneficios del país. Es cínico decir que "yo vendo las armas, lo que haga la gente con ellas es asunto suyo..." pero es cierto. Los países necesitarán ejércitos hasta que vivamos en la Paz Perpetua de Kant o en una utopía comunista. En la coyuntura actual de crisis, ¿quieres añadir esos puestos de trabajo a la lista de parados? La industria armamentística es la única que se mantiene en cualquier situación. ¿Cerramos las fábricas de coches por el deterioro del medio ambiente que producen? ¿Pedimos a Inditex que deje de deslocalizar su producción textil porque es un perjuicio para los que viven explotados en las mismas?
Pero daba igual. Las preguntas no podían tener respuestas sinceras y honestas. Ni si quiera el tacto habría hecho que las respuestas hubiesen sido menos dolorosas. Estamos en una crisis galopante a nivel mundial que no supimos ni quisimos ver. La burbuja inmobiliaria es culpa de todos, y agrava nuestra crisis. La inmigración la agrava aún más porque nunca pensamos en llegar a estos extremos y quisimos ser un país de acogida. La gente con discapacidades tiene unas limitaciones, sino no les llamaríamos discapacitados. La violencia de género es un problema de conciencia cívica, no policial ni legal. Usamos Mercedes y Audis porque son mejores, están mejor fabricados, son especialistas en estas cosas y hacen precios especiales. Además es cuestión de prestigio. Hay ciertas personas que no se fiarían de un banco en el que les atendieran en chandal y fumando. Tiquismiquis, supongo.
La honestidad está tan mal vista como la verdad que alumbra. Ayer a Zapatero le faltó decir las cosas claras, aunque tampoco las podía decir. La gente que preguntaba esperaba esas respuestas entrecortadas y esa cara de póker. Fue a recibir, a lo mejor para atenuar el sentimiento de impotencia que debe de sentir. No es mala persona, estoy convencido. Pero le ha tocado capear un temporal y un país deseoso de que todo se vaya a la mierda para poder decir "ves, se veía venir". No estamos unidos para afrontar la crisis. Y a lo máximo que llegamos a hacer, cuando las cámaras nos enfocan, es decir: ¿Qué hay de lo mío?
Prefiero el discurso "vacío" de Obama. Ojalá entre todos lo vayamos rellenando.
Salud & aventura

3 comentarios:

Mikel Arilla dijo...

Vivimos de las rentas del liberalismo económico, político y social que tanto molaba a principios de los 90. Es un hecho.

El problema del hecho es que estamos tan acostumbrados al "¿Qué hay de lo mío?" que ni siquiera somos capaces de adoptar una postura sensata y potencialmente razonable ante los problemas comunes, porque el hombre es libre y autónomo y tatata... Pero no hemos sido sólo nostros los que nos hemos ofuscado. Nuestros políticos llevan ofuscados más tiempo que nosotros.

No sé si los dinosaurios eran tan independientes y autónomos como nosostros, pero resulta que acabaron desapareciendo. ¿Seremos los próximos dinosaurios? A este paso, no tengo ninguna duda. Lo seremos, pero con cuernos de tricerátops y dientes de tyranosaurus rex.

Espero que aún aguantemos un poquito más...

Jurdan dijo...

Barack Obama's said: "Nuestra economía está muy debilitada por la codicia y la irresponsabilidad de algunos, pero también a causa de nuestro fracaso colectivo a la hora de tomar decisiones difíciles y de preparar el país para una nueva era". No more to say.

Ariglia, ciclón, inundaciones... no me digas que ahora viene un asteroide porque después de dos sustos, el tercero no lo aguanto. Caput.

Anónimo dijo...

Me gusta el artículo-reflexion-pensamiento intimo... el desarrollo lo va haciendo grande, complejo, sencillo, ¡me gusta!. Al final, Pepelu, "gano", por salir solo, mezclarse, aguantar sutiles faltas de respeto, ser de los nuestros, y estar ahí abajo, a nuestra merced... la gente, en el fondo... es que somos así, a mi me preocupa, ...¡lo mio!... pero bueno, al menos, hoy Zapatero, y nosotros, hemos ofrecido a la campaña contra el hambre, 1000 millones en cinco años, ¡0lé!, 200 cada año, por esta vez, algunos, nos sentiremos orgullosos de ser españoles, mantenemos dificultades con las hipotecas, pero, algunos podrán comer ...¿algo?..., hoy dormiré un poco mas contento.