jueves, 15 de enero de 2009

Punto y seguido


Sé que bajo ningún concepto debería escribir este post. De hecho, mi familia, novia y amigos son testigos de que iba a dejarlo pasar y ya está. Desde hace tiempo vengo luchando contra mi naturaleza envidiosa, intentando tomarme todo con mayor o menor relativismo. Pero en ocasiones se me cruza el cable y tiro todo por la borda. No es una disculpa, simplemente quiero resaltar que posiblemente sólo sea un mezquino y envidioso don nadie. Y creo que una cosa es una cosa, y otra cosa... pues eso. Otra cosa.

Todo esto viene a raíz de la presentación del suplemento que han realizado alumnos de 4º de periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. Mi curso, mi facultad y mi universidad. Yo no he tenido nada que ver con él por una sencilla razón: me piqué y no respiré. Quise dirigirlo e implicarme en el proyecto, pero no tengo fama de persona de consenso. Se eligió a otra persona y cuando el suplemento inició su andadura me bajé del barco.

Durante meses, cuatro en concreto, intenté no preocuparme por el suplemento. Yo le vi nacer, muerto, pero le vi nacer. Veía a compañeros un poco agobiados con él, compañeros mosqueados por la facilidad con la que sus temas eran "tumbados". Palabra que se repetía con frecuencia cuando preguntabas a la gente. La actitud general era muy navarrica: había que sacarlo por cojones. Yo, sinceramente, hubo momentos en los que pensé que no saldría adelante.

Como digo, yo poco sé de las vicisitudes que se vivieron en el desarrollo del suplemento. Algo dentro de mí me decía que había dejado pasar una oportunidad de oro. Pero bueno, de errores estratégicos he vivido este año y no pasa nada. A lo hecho, pecho. Empecé a tener la seguridad de que mis compañeros harían un gran trabajo y esperé -no impaciente, no voy a mentir- a ver el resultado en mis manos.

El suplemento para que lo ojeéis
El suplemento para que lo descarguéis

Basta con ver la presentación para ver sus virtudes principales. Un diseño muy cercano a la revista, con mucho color. Sólo en el apartado visual ya tienen al público ganado. Yo tengo que decir que lamentablemente tuve la edición de papel en las manos antes que la informática que aquí os presento. Todo el mundo sabe que con la impresión, siempre se pierde un poco. Creo, personalísimamente, que este suplemento pierde bastante.

Cuando uno tiene un hijo feo tiene dos opciones: quererlo igual o cambiar los cánones de belleza de la sociedad. Pasa igual con un hijo tonto. Sé que es muy fácil criticar, y que hacer lo fácil está mal visto. Por eso no lo voy a hacer. Sólo espero que después de la borrachera de júbilo que supuso sacar adelante Puntoyseguido, contra viento y marea -y nieve-, haya un mínimo de autocrítica. Si al final sólo quedan los piropos superlativos, el mundo será un poco más huero.

Enhorabuena a los que DE VERDAD trabajaron en y por el suplemento, aunque sólo fuera perdiendo sus horas. En una cosa nadie se equivoca: ya sois auténticos periodistas. Y mi lástima para aquellos que se crean recompensados por mis palabras, únicamente por poner su cara bonita en una foto.

Salud & aventura!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Al final, parece prudente y de cordiale entente, en una constatacion de la realidad...unos curran y otros cogen las flores... pero al final, se las comen las vacas. ¡Viva la primavera! porque da flores a todos, y ¡viva la bruja Averias!

Jurdan dijo...

Si al menos te ha servido para ver y corregir... Menos da una piedra, antihéroe.