Jóvenes (y existosos) emprendedores |
FAGOR. Pescanova. Panrico. Roca. Pikolín. Flex. Scalextric. Orizonia. Caramelo. Blanco. Marco Aldany. Estas son algunas de las empresas emblemáticas españolas que están al borde de la quiebra, cuando no se han visto obligadas a cerrar. Sólo en 2012 se cerraron otras 400.000 empresas más. Por desgracia todos conocemos a alguien que ha tenido que echar el cierre o que ha vivido (o vive) en sus carnes el drama que supone el fin de un proyecto empresarial.
Aún puede ser peor de todas formas. Ya en 2010 un informe alertaba que el 60% de las empresas que cerraban tenían menos de 20 años. Un 38% entre 5 y 10 años. Esto supone que emprender antes de la crisis, cuando todo era jauja, era un asunto delicado, mientras que ahora se nos vende como la solución a todos nuestros problemas. Por supuesto, los sectores más afectados por la crisis son Servicios y Construcción, aunque este último sorprendentemente se recupera. Y aunque es una buena noticia, mientras algunos no aprenden y repiten sus errores, las personas siguen cayendo en el pozo del desempleo de forma constante.
¿Qué va bien en España? No podemos hablar del sistema público. Los responsables de su gestión irresponsable se lavan las manos, mientras se preparan para privatizar y reducir sus responsabilidades. Troceando RENFE, regalando AENA o vendiendo a gente de confianza HISPASAT. Los hay pioneros en lo de emprender y adelantan el futuro, como la privatización de la sanidad madrileña, o más recientemente, de las televisiones autonómicas. Y aquello de lo que no tienen más remedio que encargarse, lo están aplastando: Educación, abajo; Sanidad, abajo; Cultura, abajo. De hecho la cultura no parece ser algo del interés gubernamental, ya que son una panda de subvencionados, y lo que importa es la rentabilidad. Son como los parados, los pensionistas, los dependientes o los necesitados, un estorbo.
Sin embargo no tenemos que poner caras largas. La banca tiene cuantiosos beneficios, se recupera el sector del automóvil, récord de visitas en turismo y las energéticas aguantan el tirón, obteniendo beneficios. Y uno se pregunta, ¿qué tienen en común estos sectores? Los bancos han sido rescatados con dinero público, la industria autimovilística se ha benficiado de planes estatales de subvención de compra de coches y de la reforma laboral, que también ha permitido rebajar costes en el sector turístico. Y el sector energético, tras grabar la luz del sol y con sus cúpulas repletas de expresidentes y exministros, nunca perderá un céntimo de más en este país. Es gracioso comprobar como la subvención es válida para amiguetes o inversores externos, no para nuestros mineros, artistas o el común de los ciudadanos.
Emprende, nos dicen. Mientras se disparan los afiliados como autónomos dependientes, el trabajo se vuelve más y más precario y se instaura la moda de trabajar gratis. Porque hay que generar valor... La gestión irresponsable, la corrupción y la traición a sus ciudadanos definirá a una casta de gobernantes y empresarios que al final han demostrado que jamás se preocuparon por nosotros. Su legado será el más estrepitoso de los fracasos, mientras que nosotros seremos cómplices suyos mientras callemos.
Por eso emprendedor, monta un banco. O mejor, llama a tu hijo Banco. Quizá, cuando te toque a ti, algún sátrapa miserable de los que nos dirigen lo rescate... o no, mejor no.
Salud & aventura.
1 comentario:
Los empleos se conceden a "los suyos", mantienen un doble mensaje, lo que pedían como oposición es baladí en el gobierno, y eso los por ahora posibles gestadores de gobiernos,
En fin, si es niña, llámala Banca, siempre gana. O no.
Alud de ventura.
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