domingo, 23 de enero de 2011

Hijos de la velocidad

 
 El Cinturón de Orión. vía RinzeWind

El tiempo es la cárcel del alma y el espacio la del cuerpo. Hoy hace 26 años que vine a este mundo sin ninguna esperanza ni ilusión, simplemente como fruto del curso natural de la historia. Acción y reacción, todo es fruto de un curso indefinido en su objetivo, pero imparable en su torrente. Teniendo en cuenta que estamos circunscritos a un espacio y un tiempo, somos hijos de la velocidad. Sartre hablaría de la nada y Heidegger de la angustia. En realidad, no hay más que vértigo ante los acontecimientos, encadenados de forma consecuente y sujetos al azar.

¿Te aburro? Es posible, después de mucho tiempo dándole vueltas he llegado a la conclusión de que no soy nada divertido. Soy alguien aburrido y gris. Y hoy no escribo para tí, lo siento, hoy escribo para mí. Hace tiempo que me debo una explicación, un comentario. Una consideración. Nunca quise esconder nada aunque la naturaleza del hombre sea la misma que la de un iceberg.

Hay millones de cosas de las que hablar y de las que preocuparse. Y hay gente que está muy ocupada en hacer que así sea. Pero yo soy yo y mi circunstancia y no voy a dejar que eso interfiera. A nadie le importa lo que yo piense o lo que haga. Vivimos en un mundo vertiginoso en el que se pasa de 0 a 100 en cuestión de segundos. En el que la sed da paso al ahogo y la oscuridad a la más hortera de las luces de neón.

Yo hoy cumplo 26 años y no soy de lejos nada de lo que habría querido ser cuando era niño. No soy nada de lo que querría ser hoy mismo. Pero de estos 26 he tardado 25 en darme cuenta de que no hay excusa. El mundo, según la perspectiva desde la que se mrie, se puede ir al garete mañana. Pero yo soy enteramente responsable de todo lo que me pasa. A mí. Merece la pena recordarlo porque es lo que nos mantiene vivos. Es lo único que puede hacernos mantener la coherencia aunque no merezca la pena.

Si todo estuviera escrito, si existiesa el destino, jamás me levantaría por las mañanas. Soy demasiado lento para poder ignorar todo lo que acontece a mi alrededor. Respiro despacio y pienso que soy una piedra, mientras todo fluye alrededor. ¿Habéis tenido esa sensación? Al principio da seguridad, pero luego eres presa de la terrible sensación de inmovilidad. Somos hombres, no estatuas.

El otro día alguien me dijo que todo lo que no fuera ir hacia delante era ir hacia atrás. Posiblemente yo comenzara por el final y es ahora cuando sé cual es la dirección. Una pena que como hace 26 años no sienta nada más que el impulso inconsciente de vivir y respirar. ¿Seré tan cobarde? ¿Tan ingenuo? La mentira forma parte de nuestro ADN porque somos incapaces de asimilar la totalidad Aunque vivamos en la misma realidad, hermano, para nosotros siempre serán distintas. Y para vivir juntos nos engañamos que, según se mire, es un primer paso para amar.

Guillermo, nunca serás sincero. No puedes y no debes. El vórtice que nace en tus entrañas y que te amenaza con la relatividad de un universo inabarcable es tu pena y tu recompensa. Lo que te hace soñar con un rayo de sol en la noche más oscura. No tienes todas las variables ni ninguna certeza. Pero siempre queda la esperanza, la remota posibilidad de una luz después del túnel. 

Y si todo lo demás falla, no desesperes. Que una pieza no encaje no desmerece todo un puzzle. Siempre estarán los demás que alcanzarán la gloria de vivir y sentirse vivos. Pese a todo y contra todo pronóstico. Porque somos hijos de la velocidad, parásitos de una roca mohosa e insignificante en el universo, girando en torno al fuego nuclear con fecha de caducidad del diminuto Astro Rey. Viajando en el tiempo por el espacio hacia el futuro, en lomos de la Vía Láctea. ¿Quién puede pedir más?

Nunca quise llegar hasta aquí de esta guisa. Pero he llegado yo sólo y aquí continuo. Supongo que aún tendrán que vencerme para que me de por vencido, aunque ya pierda todas las batallas. Eso, o que se apague el sol. Pero lo más divertido es que el mundo no se sostiene sobre mis hombros,  sino sobre los de todos. Eso no significa que mi derrota sea el final, sino que todos compartimos la misma responsabilidad.

La tierra, la galaxia, el universo se mueve bajo nuestros pies. De nosotros depende llegar los suficientemente lejos en el instante que nos han asignado. Y ahora hablo para todos: de tí depende.


Salud & aventura

5 comentarios:

una seguidora dijo...

no seas tan pesimista, no estas solo

Senior dijo...

¡felíz minuto!... solo son 60 segundos de espera para que sientas que te desean felicidad... con todo, me identifico con la corresponsabilidad ante el Universo, con mayúscula, es la especie, la que modifica el medio, y la que espera... ¡buen día Guille!, todos los días de tu vida.
En compañía.
Los acuarios, somos algo independientes y solitarios (dicen).

Antiheroína dijo...

Acabo de leer tu blog, solo te queda una hora para que se termine tu pesadilla.
Si verdaderamente sientes lo que dices en el blog, tienes un año para cambiarlo y ver cuál es tu próximo post el 23/01/2012.
No estás solo te lo han dicho todos y si necesitas algo ya sabes donde encontrarme: puedes con todo y todos, solo tienes que proponértelo y querer hacerlo y un poco más a ti mismo.
Ánimo y a por todas luchador!

ertxo dijo...

Una cosa te voy a decir Guille. A mis 26 años, la vida dió un giro inexperado que la transformó por completo. Y ese cambió fue para mejor. Y te puedo decir que seguramente llegó en el momento más pesimista de mi simple existencia.

¡Ánimo!

Si te encuentras en peligro, sílvame.

Arnau dijo...

Yo sólo pasaba por aquí. Entiendeme.