Desconozco de dónde viene la mala fama que tienen los alacranes o escorpiones. Salvo para los entomólogos más entusiastas, se ha considerado a estos arácnidos como taimados y peligrosos depredadores escondidos debajo de las piedras, esperando hincar su aguijón venenoso en nuestra manos. Aunque se alimentan normalmente de otros insectos, a mí todavía me da cierto miedo levantar piedras en el campo, y tiendo a utilizar el pie primero. Alguna especies tienen un veneno mortal para los humanos, aunque según wikipedia, en Europa sólo hay una especie capaz de provocar dolor con su picadura. En Mexico hay 7 tipos de escorpiones mortales, así que obviamente están peor. Se conocen 1.500 especies de alacranes y se han hallado más 100 fósiles diferentes. Además, se les puede encontrar en casi todo el mundo, excepto en los polos y Groenlandia. A este animal, especialmente sensible al fuego, el frío le tira poco.
Yo creo que hay animales mucho peores que el escorpión o alacrán. Por ejemplo, el ser humano. Una única especie empeñada en exterminar la vida, ajena y propia, de su planeta. Aunque hablar del ser humano en terminos animales es un poco rebuscado. Su forma de consumir recursos naturales del organismo en el que habita -llamémosle Tierra-, su crecimiento demográfico exponencial y sus contínuas mutaciones en busca de arrasar con lo anterior le asemejan más a un virus.
Es falso que el hombre no aprenda de sus errores. Sí que aprende, el problema que siempre es demasiado tarde. A mucha gente le pasa, menos a los que no somos tan avispados, que al ver el final de una película todas las piezas del argumento le encajan. Normalmente de manera onomatopéyica: "aaaaaah". El problema del hombre es que aprende a no tropezar cuando no queda ningún otro sitio por el que andar.
Me ha costado volver a escribir, a pesar de que el mundo, inmerso en su esquizofrenia colectiva, me pedía a gritos decir "esta boca es mía". Yo también padezco la misma esquizofrenia. Leí que los blogs habían perdido su caché, al igual que el correo electrónico; leí que Obama ya no quería cambiar nada y sólo era el primer presidente negro de orejas grandes en mandar en la Casa Blanca; escuché que ir borracho sale rentable a la hora de matar e intentar hacer desaparecer un cadáver, y que en Pamplona todos se conocen; que matar, por matar, sigue pareciendo una buena idea a los mismos descerebrados de siempre; que las minas se siguen hundiendo y los túneles, también; ví en la televisión que la crisis se come los niños por las noches y que para recuperaciones lentas, las de España.
También yo comprendí tarde que no hay trabajos cómodos y bien remunerados; que no hay frío y lluvia en otoño por culpa del cambio climático, y cuando hay, todos nos quejamos. Me di cuenta, en Kenya hace 3 años que no llueve pero ahora la situación es grave. Igual nos equivocamos en Irak, como en Vietnam, como en Camboya, como en Afganistán... como en nuestras casas. Un niño obeso escandaliza nuestras conciencias, pero les atiborramos con mierda el cerebro, preferiblemente vía televisión.
Ahora los piratas son tipos negros, con armas automáticas, financiados por fantasmas millonarios, y acogotan los estados. Ahora las sociedades ceden al chantaje, por eso, porque son negros como Obama -igual un poco más-, porque están lejos -todavía- y porque hay que defender "lo nuestro". Lo que no cambia es que nuestros marinos naveguen con banderas extranjeras, que como humanos no atiendan a las advertencias y, que al final, cuando todo sale mal, pidan cuentas a la patria. Eso sí, sin banderas.
A ver si es cierto eso que dicen por ahí de que he vuelto.
Salud & aventura.
Yo creo que hay animales mucho peores que el escorpión o alacrán. Por ejemplo, el ser humano. Una única especie empeñada en exterminar la vida, ajena y propia, de su planeta. Aunque hablar del ser humano en terminos animales es un poco rebuscado. Su forma de consumir recursos naturales del organismo en el que habita -llamémosle Tierra-, su crecimiento demográfico exponencial y sus contínuas mutaciones en busca de arrasar con lo anterior le asemejan más a un virus.
Es falso que el hombre no aprenda de sus errores. Sí que aprende, el problema que siempre es demasiado tarde. A mucha gente le pasa, menos a los que no somos tan avispados, que al ver el final de una película todas las piezas del argumento le encajan. Normalmente de manera onomatopéyica: "aaaaaah". El problema del hombre es que aprende a no tropezar cuando no queda ningún otro sitio por el que andar.
Me ha costado volver a escribir, a pesar de que el mundo, inmerso en su esquizofrenia colectiva, me pedía a gritos decir "esta boca es mía". Yo también padezco la misma esquizofrenia. Leí que los blogs habían perdido su caché, al igual que el correo electrónico; leí que Obama ya no quería cambiar nada y sólo era el primer presidente negro de orejas grandes en mandar en la Casa Blanca; escuché que ir borracho sale rentable a la hora de matar e intentar hacer desaparecer un cadáver, y que en Pamplona todos se conocen; que matar, por matar, sigue pareciendo una buena idea a los mismos descerebrados de siempre; que las minas se siguen hundiendo y los túneles, también; ví en la televisión que la crisis se come los niños por las noches y que para recuperaciones lentas, las de España.
Un día cualquiera de una Metrópoli. Vía LaNación.com.ar
También yo comprendí tarde que no hay trabajos cómodos y bien remunerados; que no hay frío y lluvia en otoño por culpa del cambio climático, y cuando hay, todos nos quejamos. Me di cuenta, en Kenya hace 3 años que no llueve pero ahora la situación es grave. Igual nos equivocamos en Irak, como en Vietnam, como en Camboya, como en Afganistán... como en nuestras casas. Un niño obeso escandaliza nuestras conciencias, pero les atiborramos con mierda el cerebro, preferiblemente vía televisión.
Ahora los piratas son tipos negros, con armas automáticas, financiados por fantasmas millonarios, y acogotan los estados. Ahora las sociedades ceden al chantaje, por eso, porque son negros como Obama -igual un poco más-, porque están lejos -todavía- y porque hay que defender "lo nuestro". Lo que no cambia es que nuestros marinos naveguen con banderas extranjeras, que como humanos no atiendan a las advertencias y, que al final, cuando todo sale mal, pidan cuentas a la patria. Eso sí, sin banderas.
A ver si es cierto eso que dicen por ahí de que he vuelto.
Salud & aventura.
2 comentarios:
Reconozco que hambre había, de vez en cuando se paseaba uno para ver si había algo de comer, como por los frigoríficos, como por las despensas, y siempre estaba la lata de fabada, rica, pero ahí estaba, el jamón, rico, rico, pero buscaba otra cosa... y ¡zas! ¡un nido! pero de alacranes, ... el caso es que sigue siendo agradable, sabroso, nouvelle cuisine, mais très bon... espero no tardar tanto en encontrar bocados exquisitos ...
Ahora ya sé: estabas de reformas.
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