Cuando decidí dejar el blog una temporada y dedicarme en profundidad a vivir la experiencia periodística, nunca creí que me costaría tanto volver a Apokalépika. Empecé el 1 de julio muerto de miedo en el Diario de Navarra, sin saber qué me iba a encontrar. Un mes y 26 días después, creo que... tampoco lo sé. No puedo arriesgarme a decir nada, que luego pueda ser usado en mi contra. Pero es más difícil de lo que pensaba.
Lo difícil que es encontrar temas interesantes, lo difícil que es ceñirte a tu espacio, lo difícil que es conseguir todos los datos y lo difícil que es pasarte el día hablando con desconocidos. Pero eso son gajes del oficio. Lo que peor llevo es la total desconexión con el mundo. Sé que es mi culpa, porque mis compañeros de trabajo se leen nuestro Diario, el de la competencia y, luego, todos los demás. Supongo que le tienen cogido el tranquillo, y yo no, a hacer mil cosas a la vez.
Cada vez que pasaba por aquí, con cierta nostalgia, veía mi último post sobre polis y cacos. "Menudo desastre", pensaba. Nada de lo que pudiese decir o hacer en mi blog iba a cambiar la realidad a la que nos enfrentamos. Estoy tan cansado de ver a gente a la que aprecio consumida por la ideología y la división, que igual me he cansado de dar mi explicación del mundo desde este "altar" sencillo. Mikel solía decir que no entendía por qué los periodistas tendían a tener blogs tan cutres. Debe ser porque algunos no tienen tiempo de más.
Por eso ya no sé sobre qué escribir ni como, porque me falta tiempo y paciencia. Total, ¿quién soy yo? Sólo sé que no sé nada. Y en el fondo, me gustaría no saber nada más. Ser un experto en todología y pontificar desde cualquier sitio. Sin embargo, sé que lo correcto es ser humilde, callar y aprender. Y así nos va.
Belén Esteban es la piedra filosofal del éxito en la televisión, Paco Camps y Rita Barberá son el ejemplo a seguir por el PP nacional, la guerra contra la simbología etarra sólo provoca que el victimismo de algunos colectivos se identifique aún más con ellos. Es terrible cuando un hecho es radicalmente distinto para dos, tres, o cuatro personas. Y en Irak siguen muriendo, mientras que hay gente que todavía piensa que había armas de destrucción masiva.
La nostalgia del otoño, prematuramente adelantado por las hojas secas de los árboles, no hace más que provocar una pérdida de fe progresiva. Sólo falta que el Real Madrid empiece a jugar bien para que haya perdido todas las apuestas. Conforme pasa el tiempo, siento que tengo que subir la apuesta, arriesgar un poco más. ¿Hasta dónde? Mis prácticos amigos dirán que nunca cambiaré el mundo.
Los tiempos de crisis son el mejor momento para "liarla parda". Total, con el ruido y el exceso mediático, nadie se va a enterar. La gripe A va a acabar con nosotros. Si no es ella, Rodríguez. Y si no: Obama, Corea del Norte, el Islam, la pobreza, el tabaco, el hambre, la derecha, la telebasura, los meteoritos, los radicales, el fanatismo, el miedo, el otro. Probablemente, nosotros mismos.
Cuando llegue el otoño, el de verdad, no sé que haré. El futuro se convirtió en presente y lo más práctico parece seguir adelante... aunque estemos al borde de un precipicio. Igual me hago profesor de filosofía, reportero de guerra o mendigo. O me marche a Madrid para jugar las últimas cartas. Me iría a Barcelona, pero por desgracia, no se catalán. No sabéis lo que os perdéis Arnau.
Sé que cuando la crisis acabe con el mundo conocido, me iré a pescar a los fiordos noruegos o a Japón, y que cazaré tormentas en Texas. O me haré funcionario, aunque no creo que tenga el perfil. Tampoco el de sacerdote. O seguiré desconectado del mundo... si no logró evitarlo. Pasito a pasito, buscando el equilibrio, volveremos a vernos, aunque quizás tarde un poco.
Pero sigo vivo.
Salud & Aventura.
Lo difícil que es encontrar temas interesantes, lo difícil que es ceñirte a tu espacio, lo difícil que es conseguir todos los datos y lo difícil que es pasarte el día hablando con desconocidos. Pero eso son gajes del oficio. Lo que peor llevo es la total desconexión con el mundo. Sé que es mi culpa, porque mis compañeros de trabajo se leen nuestro Diario, el de la competencia y, luego, todos los demás. Supongo que le tienen cogido el tranquillo, y yo no, a hacer mil cosas a la vez.
Cada vez que pasaba por aquí, con cierta nostalgia, veía mi último post sobre polis y cacos. "Menudo desastre", pensaba. Nada de lo que pudiese decir o hacer en mi blog iba a cambiar la realidad a la que nos enfrentamos. Estoy tan cansado de ver a gente a la que aprecio consumida por la ideología y la división, que igual me he cansado de dar mi explicación del mundo desde este "altar" sencillo. Mikel solía decir que no entendía por qué los periodistas tendían a tener blogs tan cutres. Debe ser porque algunos no tienen tiempo de más.
Por eso ya no sé sobre qué escribir ni como, porque me falta tiempo y paciencia. Total, ¿quién soy yo? Sólo sé que no sé nada. Y en el fondo, me gustaría no saber nada más. Ser un experto en todología y pontificar desde cualquier sitio. Sin embargo, sé que lo correcto es ser humilde, callar y aprender. Y así nos va.
Belén Esteban es la piedra filosofal del éxito en la televisión, Paco Camps y Rita Barberá son el ejemplo a seguir por el PP nacional, la guerra contra la simbología etarra sólo provoca que el victimismo de algunos colectivos se identifique aún más con ellos. Es terrible cuando un hecho es radicalmente distinto para dos, tres, o cuatro personas. Y en Irak siguen muriendo, mientras que hay gente que todavía piensa que había armas de destrucción masiva.
La nostalgia del otoño, prematuramente adelantado por las hojas secas de los árboles, no hace más que provocar una pérdida de fe progresiva. Sólo falta que el Real Madrid empiece a jugar bien para que haya perdido todas las apuestas. Conforme pasa el tiempo, siento que tengo que subir la apuesta, arriesgar un poco más. ¿Hasta dónde? Mis prácticos amigos dirán que nunca cambiaré el mundo.
Los tiempos de crisis son el mejor momento para "liarla parda". Total, con el ruido y el exceso mediático, nadie se va a enterar. La gripe A va a acabar con nosotros. Si no es ella, Rodríguez. Y si no: Obama, Corea del Norte, el Islam, la pobreza, el tabaco, el hambre, la derecha, la telebasura, los meteoritos, los radicales, el fanatismo, el miedo, el otro. Probablemente, nosotros mismos.
Cuando llegue el otoño, el de verdad, no sé que haré. El futuro se convirtió en presente y lo más práctico parece seguir adelante... aunque estemos al borde de un precipicio. Igual me hago profesor de filosofía, reportero de guerra o mendigo. O me marche a Madrid para jugar las últimas cartas. Me iría a Barcelona, pero por desgracia, no se catalán. No sabéis lo que os perdéis Arnau.
Sé que cuando la crisis acabe con el mundo conocido, me iré a pescar a los fiordos noruegos o a Japón, y que cazaré tormentas en Texas. O me haré funcionario, aunque no creo que tenga el perfil. Tampoco el de sacerdote. O seguiré desconectado del mundo... si no logró evitarlo. Pasito a pasito, buscando el equilibrio, volveremos a vernos, aunque quizás tarde un poco.
Pero sigo vivo.
Salud & Aventura.
4 comentarios:
Me alegro de volver a verte por aquí. Me decía Fer que andabas muy líado con el curro.
Bueno, yo también estoy un poco como tú. No sé muy bien que hacer, porque lo que el cuerpo me pide es mandar todo a la mierda y dedicarme tiempo a mi, que ahora soy la persona que más necesita de mi apoyo.
Quiero cumplir muchos objetivos pero me veo encerrado en un vorágine de pérdida de tiempo y estres de la que no puedo pero quiero salir.
Ánimo, que no estás solo.
No sufras por no saber catalán, Antihéroe, solamente te haría falta venir con ganas de aprenderlo. Pero no temas, incluso yo estaría dispuesto a hablar contigo en castellano; como siempre.
Un placer volver a leerte. Feliz regreso.
¡alegria volver leerte! ... lo de liado es cierto, doy fé. Menos mal que se lee humor fino entre lineas, para seriedad está el curro...con todo la verdad es que cada vez veo a mas gente dudando, ¿es bueno?... no lo se, ¿nos hacen dudar?... tampoco lo se, pero si, no se si ser como los trabajadores de la obra que hacen frente a mi casa, ser como Rajoy (paso de todo y miento) o seguir siendo como creo que soy... la ignorancia, el miedo, la vagancia o tal vez la dignidad haga que siga, pero preguntandome a cada paso qué pasa.
Animo, me alegra leerte después de la "deserción", o "cierre por la crisis" de Jose Serafin, de cuya causa en serio me alegré tambien pese a perder unas paginas leibles... lo dicho ¡adelante! necesitamos antihéroes, heroes hay muchos, tal vez demasiados.
bueno bueno muy bueno
Publicar un comentario