Sociedad General de Autores y Editores S.A.

En una de sus visitas a Pamplona, en 1994, una tía mía le regaló a mi hermano una cinta. Era de Javier Paxariño, un músico granadino que además de componer, tocaba -y debe de seguir tocando- diversas flautas y saxos, especializado en el jazz. La cinta, grabada de un cedé original, era del trabajo de Paxariño titulado Temura, que mezcla de forma aceptable la música traidional judía, árabe y cristiana con el jazz. Es un disco al que me gusta volver, símbolo de que no hay opuestos culturales y que me transporta a la época medieval -tan cargada de intolerancia en nuestra imaginería-.

Allá por 1994 Teddy Bautista, "músico" canario, llevaba 10 años en la ejecutiva de la Sociedad General de Autores y Editores -popularmente llamada "mafia" y cuyas siglas conforman SGAE-. Su carrera musical con Los Canarios -sí hombre, ¿no los recuerdan? Se llamaban así porque eran de Canarias, ¿no lo recuerdan? “Ponte de rodillas” y demás.. - fue bastante fugaz. Tanto que no queda ni rastro en la red, y si quiere oírlos, deberá recurrir a esa infame red de piratería llamada internet.

Sí, lo habés adivinado, los Canarios. ¿Cuál de ellos será Teddy?

Por allá en 1994 Teddy, que ahora se hace llamar Eduardo, sabía perfectamente que su carrera musical no le iba a dar ni para pipas. Por eso estaba decidido a ayudar a los músicos y artistas que no estaban arropados por las grandes compañías. La SGAE suponía una especie de bolsa de dinero gremial que ayudaba a los más desfavorecidos y velaba por los derechos de los peces gordos -porque alguien debía ingresar el dinero-. La idea era que todo aquel que creara algo, lo registraba, y así podía responder sobre la autoría para recibir reconocimiento y por supuesto dinero.

"Jejeje, te voy a meter un canón en la cámara que te vas a jod..."
Teddy tiene una carrera mediocr... extensísima y prolija. Vía elconfidencial

Al parecer, la fortuna sonrió a Teddy, que además de componer bandas sonoras -olvidadas-, temas para Ana Belén y Víctor Manuel -olvidables- y actuar en películas -o eso cuentan-, empezó a atesorar cargos. Nuestro amigo canario es:

Presidente del Consejo de Dirección de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música, Presidente de la Sociedad Digital de Autores y Editores (sDae), Director General de la Fundación Autor, miembro del Consejo de Dirección de la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores Editores (CISAC), miembro del Comité de Direccion del Buró Internacional de Sociedades de Reproducción Mecánica (BIEM), Vicepresidente del Grupo Europeo de Sociedades de Autores y Compositores (GESAC), Vicepresidente de Latinautor (la Organización Iberoamericana de Derecho de Autor) y Presidente de la Coalición Española para la Diversidad Cultural ¿?. Además, es miembro del Board of Trustees de la Berklee College of Music, de Boston (Estados Unidos).

Posiblemente Teddy, que es un hombre austero, sólo cobre alguna dieta por cada cargo. La pregunta que os asaltará a todos es: ¿no hay nadie más en el mundo? Sí, pero tengo una respuesta más tranquilizadora. Este señor hace en todos los cargos lo mismo: cobrar -cobrar él y cobrar a los demás, claro- . Al acumular tal cantidad de sueldos, posiblemente al bueno de Teddy se le olvidó que era aquello del arte, la cultura y todo lo demás. Estaba demasiado ocupado ejecutivando. Por ello contrató algunos secua... algunos acabados terminales de la música que le llevaran los asuntillos por aquí.

José Ramón Julio Martínez Márquez, alias Ramoncín, no se comía un colín desde 1990, año en el que decidió dejar su carrera musical basada en el pop-punk -o algo así- para presentar Lingo!, un entretenido programa -quién te ha visto...-. Tras una tentativa de vuelta -"Miedo a soñar", del que José Ramón dijo: "Si la gente lo escuchara sin saber que es mío podría pensar que supone el nacimiento de alguien importante para el rock and roll. Pero, como muchos dirán, es simplemente la vuelta de Ramoncín"- decidió dedicarse al faranduléo.

Ramoncín llegó a tener una bronca con Joaquín Sabina al llamar este a su gira "Carretera y Top-manta". Sabina dijo: "más tonto y no nace".

Así el Rey del Pollo Frito -RPF- empezó a aparecer en programas de gran fasto intelectual como Moros y Cristianos o Crónicas Marcianas. Pero pronto se dió cuenta de que se estaba ganando una fama peor que la de RPF y por menos dinero. Así que no lo dudó cuando vió el filón que Teddy había descubierto casi diez años antes. Con una carrera musical más meritoria que Bautista, comenzó a embestir contra lo que el censuraba de piratería, ilegalidad o escarnio de los autores: los programas para compartir archivos de la red.

Siguiendo la estela de los grandes, como Metallica y su ridícula demanda a Napster -con amenaza a los usuarios incluída-, otros artistas de medio pelo como Luís Cobos -ese entrañable perro de lanas que preside la entidad de gestión de Artistas Intérpretes y Ejecutantes (AIE)- y él iniciaron una carrera de barbaridades, denunciando a todo bicho viviente que hiciera uso y disfrute de sus obras sin su permiso -y la retribución pertinente-.

Luís Cobos, en una portada de su disco, dando muestras de su excelente gusto, imitado entre otros por Camela.

Teddy vió que todo aquello era bueno. Y es que el bueno de Bautista y sus amigos habían descubierto un gran problema. Todos ellos viejas glorias, se habían dado cuenta de que la gente ya no compraba recopilatorios cuando los discos originales se dejaban de editar: se los bajaba GRATIS de internet. Los grupos que lanzan ahora las discográficas vienen arropados de discográficas que los queman en el mercado, arriesgando su dinero. Y para los que quieren publicar, pero no tienen medios, se les dice que "el mercado está muy mal".

Teddy con su uniforme de multiejecutivo. Se define como "socialista en proceso de desenganche del anarkismo". Claro.

Pero, ¿y ellos? Habían trabajado -Teddy no- y querían seguir viviendo de las rentas. Si la gente se bajaba los discos sin pagar un duro, ellos tendrían que... ¡ponerse a trabajar! Eso era intolerable para gente cuyo tiempo ya pasó. Y como su tiempo era el pasado, no temieron constituírse en una mafia -no tenían ninguna imagen que salvaguardar-. Amparados en el hecho de que compartir es ilegal como en EEUU -aquí no, pero ellos son de otro mundo-, comenzaron a cobrar por la música de bares, bautizos y comuniones. Amparados por un estamento legal hecho a su imagen y semejanza, cobraban incluso los derechos de autores muertos o que carecían del conocimiento de que se podía cobrar por "aquello".

En la actualidad el cumpleaños feliz -es de Emilio Aragón a efectos jurídicos-, las procesiones de moros y cristianos, los autobuses escolares, las versiones musicales de aficionados e incluso la música sacra cae bajo su red. Así han pasado de los 24 millones de euros que manejaban en 1983 a los 300 y pico que manejan ahora -oficialmente-. Muchos autores disfrutan de un ingreso económico regular como fruto de su trabajo, lo que está muy bien. Incluso algunos afortunados cobran mucho más de lo que han generado y se siguen editando discos con su sello -aunque sea a amigos-. Incluso el gobierno socialista les ha regalado un canon abusivo -si uso mi móvil para llamar, ¿por qué tengo que pagar un canon "por si" escucho una canción pirateada?- y una ministra impirateable, la Sindescargas. Impirateable porque sólo los pervertidos se bajarán esa mierda que firma como guionista: Mentiras y gordas.

Ángeles González-Sinde, guionista de Mentiras y Gordas. Y ministra.

Como decía, 15 años después de que mi hermano recibiera aquella cinta de Paxariño, del que posteriormente se compró el cd, la SGAE intenta explicar porque su ánimo devorador les ha llevado a cobrar un concierto solidario para un niño. En la explicación que emiten en su web oficial mienten -se les avisó con tiempo- y buscan excusas cutres -actúan conforme la ley, pero sin la prudencia adecuada para ejercerla-. Y yo veo con decepción que aquel disco de Paxariño se editó con la ayuda de la SGAE.

La SGAE fue la última en enterarse del concierto, según su comunicado. Pero lo hacen habitualmente al parecer.

Quizá por aquel entonces la SGAE fuera una buena idea. Pero ahora está gobernada por una panda de mafiosos chanante. Y es que, estos mafiosos, en el momento que intentan volver a ser músicos, están marcados. Ramoncín por ejemplo ha vuelto a la música, pero dejando previamente la junta directiva de la Sociedad -y lavándose la cara en la edición más estúpida de OT- debido a la protesta popular que se generaba en sus conciertos.

Toda esta disertación tiene su origen en el blog de Ertxo, y al comentario de Uno que pasa acusando al blogger de opinar sin informarse.

Salud & aventura.