martes, 15 de octubre de 2013

Epílogo: Segundas partes nunca fueron buenas... pero no tienen por qué ser peores

Un tenedor de madera para hacer punto

Es significativo que la noticia con más sentido de la semana sea la del tipo que ha perdido un ojo por no querer participar en un trío con su novia. Es una noticia que cumple la regla de la sorpresa, aquella que dice que lo noticioso es lo inaudito. Ya sabéis, ese aforismo de que la noticia es que "un hombre muerda un perro" y no lo contrario, que decía Alfred Charles William Harmsworth, o lord Northcliffe para los amigos. Por supuesto, lo del hombre mordiendo a un perro ya no es inaudito, un chino lo hizo hasta matar al can, pero que un tipo renuncie a cumplir la fantasía de un ménage à trois todavía sorprende. Aún viendo la cara de la agresora.

Pero no sólo su carácter inaudito resulta jugoso, también el hecho de que no nos escupe a la cara. No es una noticia de una catástrofe humanitaria fruto de nuestra desidia como la de Lampedusa. En ella no resuenan los ecos de las bombas y los tiros de Siria, ese conflicto fraticida en el que mueren inocentes al son de intereses políticos. Ni de Egipto. No tiene relación con la crisis económica que asola nuestro mundo (al tercero, al tercer mundo digo, lo asoló hace décadas) y amenaza con dejarlo todo como siempre, pero más feo: con unos pocos ricos apurando lo que queda de las riquezas naturales y el resto, cada vez más, como pobres borregos convencidos de su culpa en todos los pecados.

Y el factor determinante para que me guste es que no es una noticia nacional. De un tiempo a estar parte las noticias en Españistán no dan vergüenza ajena, ofenden. Dando una vuelta por este blog, al que creí haber abandonado hace largos evos y del que realmente me despedí hace un año, he visto lo equivocado que estaba entonces. Hace 2 y 3 años vivíamos en el país de la gominola, con un gobierno noqueado y una oposición matona y rebelde que hizo todo lo posible para que pareciera que vivíamos un auténtico infierno. Nada más lejos. Ahora tenemos un cuadro de grotescos incompetentes en carteras ministeriales maniobrando un barco a la deriva mientras la oposición, pusilánime y decrépita, hace los coros en esta tragedia.

Y el pueblo, los ciudadanos, la plebe, debe aguantar el constante chorreo que nos llega gracias al cuarto poder y sus medios, un sumidero de intereses empresariales, vendetas personales, bobos cortesanos y experimentos de control social. Todo ese remolino hace que las vejaciones a la justicia, la educación y la justicia, junto con declaraciones falsas, robos y atropellos de nuestros gobernantes y demás truhanes de lo que llaman Casta, nos dividan y nos enfrenten a nosotros, los unos contra los otros. Como un rebaño sin pastores en medio de una tormenta, no sabemos muy bien cómo reaccionar. Se han olvidado de su trabajo y sólo recuerdan de nosotros la etiqueta con un número que llevamos en el DNI. 

Por eso la noticia de Crystal King-Woolfork (Cristal Rey-Tenedor de Lana) apuñalando borracha en el ojo a su novio por no querer hacer un trío con su amiga es de lo mejor que he leído ultimamente. Ahora hay miles de opinadores y opinantes en la red expertos en Siria, inmigración, hedge founds, sobres y demás parafernalia esperpéntica que nos rodea estos días. ¡Incluso alguno afirma saber para qué sirve una monarquía! ¡¡Y se refiere a una corrupta, como la nuestra!! Por eso, hasta que edite el dichoso libro que de carpetazo a este blog, quizá volvamos a encontrarnos. Posiblemente la semana que viene.

Salud & aventura.


1 comentario:

Senior dijo...

Hace algún tiempo, siglos, hubo una época que supuso el advenimiento de nuevas propuestas, una renovación de leyes e ideas, se llamó Renacimiento,
era el mismo planeta, los mismos (o parecidos) países, y el mismo ser humano, pero se dió una segunda oportunidad, ¡estuvo bien!, ¿por qué no?.
Alud de ventura.