lunes, 6 de diciembre de 2010

Sonríe


Hace poco me dijeron que era incapaz de disfrutar las cosas porque siempre me siento obligado a ellas. Y es verdad. Llevo mucho tiempo esperando a que pase algo mientras me entretengo en vivir mi vida. Al revés de lo que piensan los que me conocen, vivo siempre al borde de la esperanza y sus abismos. Porque creo en un mundo mejor. Sí, soy un estúpido idealista. No sé por qué, ni cómo ni cuándo caí. Supongo que siempre he tenido mucha imaginación.

Lo peor que le puede pasar a alguien con imaginación es ser un cobarde. Y lo peor que le puede pasar a un cobarde con imaginación es vivir en estos días. Pero no intentéis animarme con palabras de consuelo, porque lo que también sé es que vosotros, todos, sois unos cobardes. Y también que tenéis una gran imaginación. Que sufrís por todo lo que os rodea y no os gusta. Comparto la impotencia y ese impulso romántico de intentar evadirme de todo.

Porque todos queremos creer que el mundo va bien, que tarde o temprano todo se arreglará como de costumbre. O que tal vez no estamos tan mal. Pero eso me da igual, interrógate a ti mismo. Pregúntate si te gusta lo que ves y qué sientes cuando piensas en cambiarlo. Averigua qué es lo que quieres dejar a los que vengan detrás de ti. No te pido que seas ni solidario ni generoso, sólo que te contestes a esas preguntas.

Sin presiones es difícil la respuesta. Ni siquiera sabemos lo que queremos ahora, porque cuando lo tenemos, nos ofrecen nuevos productos en esa máquina del deseo que es el capitalismo. Nos encadena mirando la pared del fondo de una caverna llena de colores artificiales. Los sueños son una realidad virtual generada por un mercado destinado a limpiarnos el cerebro. Desde la pantalla de un Iphone hasta la cima del Everest. Nuestra imaginación nos ha permitido tragarnos todas esas apariencias. Al fin y al cabo, el hombres es tan sólo un mono que imagina.

Últimamente las noticias se han convertido en el espejo de esa realidad virtual que experimentamos con la tecnología 3D más sofisticada del universo: nuestros ojos. Por ejemplo la democracia. Pensábamos que los políticos nos robaban a cambio de hacer "política". Falso, son carísimos funcionarios que obedecen las directrices de unos órganos internacionales a los que nadie elige. En el mundo global no existe ni izquierda ni derecha. Tan sólo las eficientes matemáticas del FMI y similares. Siempre en positivo, nunca negativo... y cuanto más, mejor.

Pensemos en el periodismo. En las sociedades desarrolladas el fracaso escolar está al orden del día. Mi generación sabe mucho menos que la anterior. Sí, está todo en Wikipedia, pero ¿es eso conocimiento? ¿Son las filtraciones de Wikileaks periodismo "de investigación"? ¿Los son las filtraciones interesadas de los casos de corrupción? Nadie ha pensado que la cantidad de información que fluye actualmente por el mundo requiere de criterio y sentido crítico, que decrece en la misma proporción. O sí lo han pensado. Los medios no sólo generan opinión y manipulan, también controlan el estado de ánimo de las masas. Es imposible ver un telediario estos días sin caer en el desaliento.
¿Qué temas tratan los telediarios? Violencia de género, desplome de las bolsas, corrupción política nacional, corrupción política internacional, el tiempo -¡nieva en invierno!-, crisis. Y el periodismo está sujeto a los mercados y necesita financiarse, por lo que necesita competir y no puede dejar de tratar temas que "nos interesan a todos". Nos divide para obtener cuota de mercado y nos dice "qué está pasando". Siempre según ellos.

Pero no es culpa del periodismo. El 4º poder es sólo una más de las herramientas de ese monstruo que hemos creado. Un ente generado a base de nuestros miedos, sueños y esperanzas. Y también de mentiras y errores. ¿Nunca os habéis planteado por qué hay gente a la que se le hace caso y otra a la que no? ¿Nunca habéis reflexionado por qué los políticos son tan condenadamente malos y los seguís votando?

La bolsa, el arte, la moda, el deporte... son todo burbujas. Pagamos sus sueldos produciendo cosas tangibles, como bienes y servicios, para que haya gente que se lucre con las plusvalías generadas. ¡Es de locos! Vivimos en un mundo completamente al revés. Cuanto más tontos, más podemos saber. Cuanto más sabemos, menos avanzamos. Cuanto menos avanzamos, más lejos creemos que hemos llegado. Y es sólo nuestra culpa. Mi culpa.

El criterio y sentido crítico no sólo faltan, sino que están confundidos. El mundo se divide entre el que se lo traga todo y el que cuestiona todo. Los sofistas, hace más de 2000 años, proclamaron que no había verdad. Su herramienta era la demagogia, exactamente igual que ahora. Y eso mutila nuestra libertad.

Algo es bello porque tiene diversos colores, lo que le hace distinguible. En un lienzo con millones de gotas de color, todas supuestamente diferentes, no hay belleza. Ni siquiera diversidad. Tan sólo la repetición hasta el hartazgo del mismo concepto "estás sólo y nada vas a cambiar". Lo que yo aquí escriba no cambia nada, pero me gustaría ser transparente entonces. Compartir tu color y que juntos abandonemos esta soledad que nos atenaza.

Sé que lo que digo es también demagogia. Que sólo apelo a mi verdad. Que nadie entenderá ni la mitad y que mi mensaje quedará diluido, tal vez precisamente por ser transparente. Que no soy tan inteligente como creo y que no sé nada sobre la vida. Que en el fondo el mundo va bien y que esto es una pataleta. Ojalá supiese escribir mejor y convenceros de que nos unamos y hagamos esto posible. Desearía tener un título potente y argumentos convincentes. Pero ante esta situación, sólo quisiera que alguien me hiciese caso en esto:
SONRÍE.

Salud & aventura

4 comentarios:

Luisgui dijo...

Clap clap clap

Uno que pasa dijo...

Y ¿Cómo? Yo me apunto pero mi imaginación no es tan buena como para dirimir cual o como llevarlo a cabo. Soy un ciudadano más del mundo y como tal uno que esta influido a los vaivenes del capital.

Lo dicho ¿Cómo?

Senior dijo...

¿si estamos de acuerdo, por qué no se cambia el mundo?...¿recuerdas mi idea?, la gota, pues, los diluvios empiezan con una gota, la tuya, la de otro, la mia, tu gota es pedir una sonrisa, la mia es pedir un pensamiento, sigamos, ¡que llueva!...

Miraanda dijo...

=D